
- Este evento ha pasado.
San Cirilo de Jerusalén
18 marzo
Martirologio Romano: San Cirilo, obispo de Jerusalén y doctor de la Iglesia, que a causa de la fe sufrió muchas injurias por parte de los arrianos y fue expulsado con frecuencia de la sede. Con oraciones y catequesis expuso admirablemente la doctrina ortodoxa, las Escrituras y los sagrados misterios (444).
Etimológicamente: Cirilo = Aquel que es un gran Rey, es de origen griego.
Desde el periodo apostólico hizo su aparición la herejía en la Iglesia; pero sin causar en las comunidades eclesiales esas profundas heridas producidas por el arrianismo y el nestorianismo en los siglos IV y V.
Pero si este pulular de herejías frenó un poco la evangelización de los paganos, suscitó también grandes figuras de pastores, de teólogos, de predicadores, de escritores que con sus obras, por medio de una catequesis sistemática, las homilías y los sermones, lograron exponer claramente la doctrina cristiana y penetrar en el mismo ambiente pagano. La defensa de la ortodoxia hizo más consciente y vívida la fe en el pueblo cristiano. Una de las figuras más representativas de este período de apasionadas batallas teológicas es la del obispo de Jerusalén, san Cirilo, que dirigió esa Iglesia desde el 350 hasta su muerte, en el 386.
Cirilo nació de padres cristianos en el año 315. Tuvo alguna simpatía por los arrianos; pero se separó de ellos muy pronto y se adhirió a los semiarrianos homoiusianos, esto es, a esa orientación teológica que se inclinaba a los convenios, que proponía el término “homoi-ousios” (de naturaleza semejante) en vez de “homo-ousios” (de la misma naturaleza, es decir, el Verbo de la misma naturaleza que el Padre): se trataba sólo de añadir una letra, pero era suficiente para eliminar la idea de la consubstancialidad entre el Padre y el Hijo. Cirilo abandonó también a los semiarrianos y se adhirió a la doctrina ortodoxa de Nicea. Por esto fue varias veces desterrado, bajo los emperadores Constancio y Valente. El primer concilio ecuménico de Constantinopla, en el que participó Cirilo, reconoció la legitimidad de su episcopado.
Las primeras incertidumbres de su pensamiento teológico demoraron, en Occidente, el reconocimiento de su santidad. En efecto, su fiesta fue instituida sólo en 1882. El Papa León XIII le concedió el título de doctor de la Iglesia por las 24 Catequesis que Cirilo compuso probablemente al comienzo de su episcopado y que él dirigía a los catecúmenos que se preparaban para recibir los sacramentos. De las primeras 19, trece están dedicadas a la exposición general de la doctrina, y cinco, llamadas mistagógicas, están dedicadas al comentario de los ritos sacramentales de la iniciación cristiana.
Las Catequesis de San Cirilo nos llegaron gracias a la transcripción de un estenógrafo, en la íntegra naturalidad y sencillez con que el santo obispo las comunicaba a la comunidad cristiana en los tres principales santuarios de Jerusalén, es decir, en los mismos lugares de la redención, en los que, según la expresión del predicador, no sólo se escucha, sino que “se ve y se toca”.
-
San Cirilo de Jerusalén, obispo y doctor de la Iglesia 2023:
PRIMERA LECTURA DE LA MISA
1 Jn 5, 1-5
SALMO RESPONSORIAL
Salmo Responsorial Sal 18, 8. 9. 10. 11
EVANGELIO DE LA MISA
Jn 15, 1-8
-
SÁBADO DE LA TERCERA SEMANA DE CUARESMA 2023:
Tiempo de Cuaresma.
PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Quiero misericordia, y no sacrificios
Lectura de la profecía de Oseas 6, 1-6
Vamos a volver al Señor: él, que nos despedazó, nos sanará; él, que nos hirió, nos
vendará.
En dos días nos sanará; al tercero nos resucitará; y viviremos delante de él.
Esforcémonos por conocer al Señor:
su amanecer es como la aurora, y su sentencia surge como la luz.
Bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia tardía que empapa la
tierra.
—«¿Qué haré de ti, Efraín? ¿Qué haré de ti, Judá?
Vuestra piedad es como nube mañanera, como rocío de madrugada que se evapora.
Por eso os herí por medio de los profetas, os condené con la palabra de mi boca.
Quiero misericordia, y no sacrificios; conocimiento de Dios, más que holocaustos.»SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Sal 50, 3-4. 18-19. 20-21 ab (R/.: Os 6, 6)
R. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R.
Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi
sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo
desprecias. R.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos. R/.
Versículo antes del evangelio Sal 94, 8ab
No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor.EVANGELIO DE LA MISA
El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no
Lectura del santo evangelio según san Lucas 18, 9-14
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí
mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:
—«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El
fariseo, erguido, oraba así en su interior: «¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy
como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos
veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.»
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo;
sólo se golpeaba el pecho, diciendo: «¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.»
Os digo que este bajo a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se
enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»